- Enfermedades nutricionales e infecciosas
-Infecciones bacterianas: El síndrome de
las "patas rojas" se refiere a la hiperemia de la
piel de la parte ventral que se acompaña de
infección sistèmica en los anfibios. El síndrome
de las patas rojas está causado por bacterias
saprofíticas, gramnegativas como Aeromonas
spp, Pseudomonas spp, Proteus spp, y
Citrobacter spp. Virus, hongos y otros microorganismos
pueden causar lesiones similares.
La hiperemia ventral es un síntoma inespecífico
que se puede observar también en
toxicosis. Los anfibios desnutridos recién adquiridos
y que son mantenidos en agua de
mala calidad u otras condiciones ambientales
inapropiadas son particularmente susceptibles.
Los síntomas clínicos incluyen letargia;
emaciación; ulceración de la piel, nariz y dedos
de las patas; y hemorragias cutáneas
puntiformes características de las patas y del
abdomen. También se pueden presentar hemorragias
en los músculos esqueléticos, la
lengua y la membrana nictitante. En los casos
agudos estos síntomas pueden estar ausentes.
Los síntomas histológicos de infección
sistèmica pueden comprender focos inflamatorios
o necróticos en el hígado, el bazo y
otros órganos celómicos. Antes de comenzar
el tratamiento, debe hacerse un cultivo de
sangre o, si está presente, de líquido celómico.
Los individuos pueden ser tratados inicialmente
con enrofloxacina (5-10 mg/kg,
V.O. o IM, 1 v/d), oxitetraciclina (50 mg/kg,
V.O., 2 v/d), o con cloranfenicol (50 mg/kg,
V.O., 2 v/d), antes de que se reciba el resultado
del cultivo y antibiograma. Si se sospecha
una infección micótica, puede ser eficaz un
baño de itraconazol al 0,01% (5 min, iv/d
durante 8 d).
La micobacteriosis, causada por los bacilos
ácidos incluyendo Mycobacterium fortuitum,
M. marinumy M. xenopi, ocurre principalmente
en anfibios debilitados. A menudo
una infección del tegumento, conlleva la ingestión
de los microorganismos infecciosos
que pueden también conducir a enfermedad
Gl e infección sistèmica. Los anfibios afectados
pueden mostrar nodulos grises en la piel,
hígado, riñones, bazo, pulmones y otros órganos
celómicos. Los anfibios infectados pueden
comer bien pero siguen perdiendo peso.
Los bacilos ácidos pueden detectarse en heces
y moco de la orofaringe. El diagnóstico
ante mortem puede realizarse mediante la
detección de bacilos ácidos en animales con
lesiones externas. El cultivo de micobacterias
exige medios de cultivo especiales como agar
de Lowenstein-Jensen pero frecuentemente
es infructuoso. El tratamiento para esta enfermedad
potencialmente zoonótica no se recomienda.
La clamidiasis es una infección grave de
los anfibios. Originariamente se atribuyó a
Chlamidophila (chlamydia) psittaci, pero el
agente causal puede estar reclasificado dados
los recientes cambios taxonómicos en este
género. La enfermedad fue originalmente detectada
tras una muerte masiva de ranas africanas
(Xenopus laeuis) alimentadas con carne
de hígado crudo. Las ranas infectadas pueden
morir peragudamente o exhiben letargia,
desequilibrio, despigmentación cutánea, petequias
y edema. Histológicamente, se pueden
identificar cuerpos de inclusión basófilos
intracitoplasmáticos en las células de la
membrana sinusoidal del hígado y el bazo.
Las infecciones bacterianas secundarias aparecen
con frecuencia en los anfibios afectados
y deben tratarse adecuadamente. El tratamiento
antibiótico que incluye la doxiciclina
(5-10 mg/kg, V.O., ív/d) u oxitetraciclina
(50 mg/kg, V.O., 1 v/d) pueden ser eficaz
contra la infección clamidial.
EN LA COLUMNA DE LA DERECHA PODEIS VER LAS FOTOS DEL ARTICULO.
FOTOS GRACIAS A LAS SIGUIENTES FUENTES:
- www.ecured.cu (Rana de patas rojas)
- www.microbiologyinpictures.com (citrobacter)
- http://www.bacteriainphotos.com (Mycobacterium fortuitum)
- http://www.poultrymed.ir (Chlamydophila psittaci)
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